Galiza blasfema: Xesteira II
Los personajes viajan de nuevo a Xesteira acompañados por la guardia civil para extirpar de raiz el mal que anida en esta remota aldea. Al frente de la misión el capitán Vicente Román Lorenzo.
Durante el trayecto de ida dan encuentran junto al camión accidentado los restos de Manolo Pereira a los que dan cristiana sepultura.
Xesteira parece deshabitada. La guardia civil se divide en tres grupos. Nuestros amigos acompañan al capitán Román a inspeccionar la casa de los Corcos.
El ingeniero Díaz se ve obligado a disparar contra una aberrante forma semihumana escondida en un establo.
Al alcanzar la casa de los Corcos escuchan disparos en la noche, presumiblemente de alguno de los otros dos grupos.
El padre Nicolás contempla una pintura en la que se puede contemplar a la familia Corcos al completo, incluido sus cuatro hijos monstruosos de los que hasta ahora nadie había tenido noticia. Vicente Román aprovecha para disparar contra el clérigo que huye escaleras abajo alertando a sus compañeros. El ingeniero Díaz abate al capitán de la guardia civil. Encuentran correspondencia entre Ramón Corcos y el presidente de la Diputación Provincial de Ourense, Eduardo Rosón López.
Los hijos de los Corcos se abalanzan sobre los personajes. Uno de ellos hiere de gravedad al padre Nicolás. A duras penas logran reducirlos. Uno de ellos huye en dirección al bosque.
De regreso a la plaza del pueblo contemplan como la población local fuera de sí ha destrozado los camiones en los que habían venido y se están dando un festín con los guardia civiles que se habían quedado de guardia. Los personajes se ven obligados a cambiar sus planes y toman el camino del bosque.
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