Galiza blasfema: Xesteira III

Dos guardia civiles junto al cadáver de un compañero en una bodega de Xesteira. Francisco Ruiz y Salvador Mateo. Aguardiente con un olor nauseabundo espumeando como baba sobre el suelo de la bodega. El cielo nocturno se tiñe de extraños colores orbitando alrededor de un punto del bosque. Una densa poalla comienza a cubrir a los personajes. Tratan de abandonar Xesteira bordeando la aldea. El suelo se abre ante los pies de Francisco Ruiz tratando de tragarse al guardia civil. 

Toman la carretera a San Adrián. El ingeniero Díaz contempla a un maestro rural devorado por su alumnado. Se tropiezan con una presencia invisible y seductora en mitad de la senda. Deciden subir a lo alto de un monte atravesando el  bosque. Ramas tentaculares atrapan al Padre Nicolás que salva la vida gracias a la ayuda de sus compañeros que lo excarcelan cuando la esperanza ya parecía perdida. 

En lo alto del monte Salvador pierde la chaveta y apunta con su arma a un compañero. Francisco interviene para solucionar la situación. Los habitantes de Xesteira acorralan a los personajes en la cima obligando a estos a abrir fuego para salvar la vida. Antes de abandonar el lugar Salvador echa un último vistazo en dirección a Xesteira experimentando unas horripilantes alucinaciones. Una pila bautismal en mitad del bosque decorada con obscenos relieves impíos vierte sangre humana sobre la tierra sedienta  alumbrando una abominación incommensurable. Incapaz de asimilar tal visión, trata de acabar con su vida. Sus compañeros le detienen. Abandonan finalmente Xesteira.

 El Padre Nicolás es el responsable de la organización de una nueva sociedad secreta subvencionada por el nacionalismo galego y ciertos cargos eclesiásticos con contactos al más alto nivel para investigar y luchar contra los horrores que se esconden en la Galiza blasfema.