La compañía del grillo. Sesión 47

Han pasado dos veranos desde que la Compañía del grillo acabó con el dragón rojo Urk’hailos del Crepúsculo y el descubrimiento del triste destino del otrora Reino Enano de La Montaña en la Gran Conflagración. Renan Monteluna se ha dedicado a la buena vida, abandonando sus tareas como gobernador de Salerno y ha cogido unos quilitos de más. Todo el trabajo administrativo ha recaido sobre el pobre Ascanio de Vernon que ha visto relegado sus estudios de magia a un segundo lugar.

El Pueblo Argénteo ha llegado a Salerno con su particular espectáculo de circo, teatro y música despertando revuelo y agitación entre sus habitantes. Los personajes disfrutan de una agradable velada en el Salero Derramado

Los personajes descubren que la cabra de Salustino el Tuerto es en realidad un joven llamado Giancarlo Ferretti. Silvestre Braccacio, tutor de la heredera de Bellfiore, Susana de Caucecaliente, ha convertido al joven en cabra y secuestrado a la chica para hacerse con el control de este rico territorio.

Tras devolverle la forma humana, Giancarlo suplica a los personajes que le ayuden a rescatar a Susana de Caucecaliente encontrando un inesperado apoyo en un sorprendentemente comprensivo Renan Monteluna.

Los personajes se ponen en marcha rumbo a Bellfiore. Durante la segunda jornada de viaje los personajes descubren que los están siguiendo. Ascuas informa a Marcella de Bosquespeso que se trata de un grupo de drows. Giancarlo acaba confesando que lo persiguen los Muscario, una facción de peligrosísimos desterrados drows.

El grupo duda entre hacerles frente o tratar de parlamentar con ellos.



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