Savage Worlds Mad Max Cthulhu Edition Sesión 1
Bajo la sombra de la Criatura
¡Ladrones de gasolina, eso es lo que sois!
Un bien necesario para sobrevivir en el árido desierto infinito, es verdad, pero a esos locos sectarios que asaltan a los viajeros no les hizo ninguna gracia ser robados por escoria sin alma como vosotros. Ahora os persiguen furiosos buscando sangre, espíritu y venganza. Varios sectarios han caído ya, tres coches aceleran al encuentro. Oléis la sequedad, la gasolina, el metal oxidado y la combustión tóxica. En el horizonte, el Pilar os observa impasible irradiando su pútrido calor eterno.
Habla la voz del combate:
Conduces como un diablo entre las dunas, Cole Trickle, intentando atraer a tus perseguidores sin éxito; Jenny "Pio-Pio" McNagle, tienes buena puntería con tu Uzi, tres disparos al conductor dejan a un bólido dando vueltas por el polvo del desierto; Gregory Adveliung III, te has visto como un Dios girando en tu moto, pistola en mano, reventando una cabeza como si fuera una sandía y haciendo que un coche fuera de control explote al estrellarse contra una roca; tú, Selene, clavas el volante de tu minibus que va a todo trapo, sacas tu escopeta pero no disparas un solo tiro; y terminas tú, Connor "Boom-Boom" Grant, que derribado y caído en las dunas, has conseguido utilizar el explosivo sujeto por un cable que arrastrabas detrás de tu moto para volar por los aires a los cabrones que te tiraron. Hermoso olor a barbacoa habéis dejado. El destino os ha sido favorable esta vez. ¡Bien hecho!
Observáis a la Entidad sobrecogidos. Uno de sus vástagos os observa desde el cielo. El barco petrolero que está encallado en mitad de su sombra os promete fortuna y gloria, pero antes queréis haceros con las provisiones y partes del coche que no ha explotado. El único superviviente sale por sorpresa de la arena, ataca en vano y ve su cabeza atravesada por el pico de Jenny. ¡Excelente!
El tiempo se os ha echado encima y ahora estáis bajo la oscuridad de la Criatura, os ha ido envolviendo poco a poco y notáis su influjo. En el cielo veis al vástago, una mancha negra con múltiples ojos y bocas que vuela hacia vosotros. Pensáis que llegar al barco es la mejor opción.
Habla la voz del miedo:
Estás fuera de ti Selene, sientes un horror antinatural hacia el ser volador repugnante, pierdes el control de tu minibus que gira y cae sobre un lado y quedas aturdida con un corte sangrante en tu brazo; tú también huyes aterrado separándote del grupo, Connor Grant; Jenny, Gregory y Cole conseguís refugiaros en el barco, que baja su puente levadizo invitando a la entrada; la criatura voladora se acerca y gritas con terror fuera de tu vehículo, Selene, cuando ves a Connor que habiendo recuperado el control acude al rescate. Gritáis cuando la oscuridad del monstruo os corta el paso, os estremecéis ante la Torre en el horizonte, vuestros corazones laten por encima de sus posibilidades, pero conseguís huir y atravesar el puente que se cierra detrás vuestro.
Os reciben hombres y mujeres silenciosos que os hacen gestos para que aparquéis vuestros vehículos en una especie de garaje. Están desnudos, pintados de blanco, en taparrabos, con el cuerpo dibujado con símbolos extraños. Os estremecéis al daros cuenta de que sus iris son rojos. Una figura alta, de pelo y barbas largas, uñas puntiagudas, vestido con una túnica roja decorada con runas baja como flotando por una escalera metálica pobremente iluminada por unas antorchas:
"Bienvenidos a mi humilde morada... Podéis llamarme Grimgold, Siervo de la Torre. Aquí podréis descansar de vuestro viaje, comer y dormir. Vuestras habitaciones ya han sido preparadas."
Tú, Gregory, te tiras al suelo y haciendo un teatrillo mencionas al ser volador que os perseguía y El Siervo, llevándose su huesuda mano a la boca en señal de silencio, te dice: "Shhhhhh! No mancillamos su nombre con nuestras palabras".
Tu espíritu, Connor, está inquieto. Algo te huele a podrido en este asunto y parece que la única salida es montarla a lo grande...

Comentarios
Publicar un comentario